viernes, 7 de mayo de 2010

VIVIR CON ÉL NO ES UN LUJO


La unión con el Espíritu Santo no es un lujo, no. En el trabajo cotidiano, las técnicas humanas tienen su importancia, pero lo primero que tenemos que hacer es unirnos con el que hace el trabajo. Esta unión se consigue con un acto de fe, pero solamente estos actos repetidos realizan verdaderamente la intimidad, la amistad con Él. Para trabajar hay que estar siempre con Él, ir hacia Él como por reflejo cada vez que queremos hacer algo.
Que siempre esté Él ahí, y que estemos siempre con Él (I 1-8-60).