Nos acercamos a la fiesta del Corpus Christi, tan celebrada en España. La devoción y agradecimiento del Padre María Eugenio hacia Jesús Sacramentado, Jesús Eucaristía es bien conocida de todos. Estamos hechos para unirnos con Dios y aquí en la tierra, nada nos puede unir más y mejor con Él que la Eucaristía. Pero el Padre María Eugenio también ha experimentado esa paz que su sola presencia aporta. Por eso nos la propone como ayuda en la oración.
No se puede olvidar la influencia tranquilizante de la Eucaristía, de "Jesús sacramentado" como se dice acertadamente en algunos idiomas. La comunión eucarística puede producir efectos físicos, y la experiencia demuestra que la sola cercanía de Jesús Sacramentado, la entrada en una iglesia donde él está, producen efectos sensibles de apaciguamiento interior. Luego basta hacer de vez en cuando actos de fe en la presencia divina, mirar fijamente al sagrario o simplemente dirigir hacia él la mirada para que estos efectos de apaciguamiento perduren. No es el momento de indagar si estos efectos tienen una causa únicamente sobrenatural, nos basta señalarlos para que la persona, en busca de recogimiento, se sirva de la cercanía de Jesús Sacramentado.
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